jueves, 29 de septiembre de 2011



Manuel Guillén se apoya en la realidad
CARICATURA SOBRE DANIEL ORTEGA 
Y LA AYUDA VENEZOLANA



A riesgo de molestar a algunos colegas, opino que la caricatura publicada en el diario La Prensa, aborda un problema real en la administración de la cooperación internacional y, en particular, de la de Venezuela y de Rusia. Aunque la alusión al FMI pareciera no coincidir con lo que realmente ha estado sucediendo, porque este organismo no se ha interesado en este asunto, sino de manera muy general.

Me refiero, por un lado, a la discrecionalidad con que se maneja esta cooperación, la cual no es controlada ni fiscalizada por nadie, algo que no debería estar sucediendo en un gobierno que quisiera promover la honestidad y el manejo transparente de los caudales públicos. Estos fondos, como se sabe, no se incorporan al Presupuesto General de la República, sino que se “privatizan”, es decir, se le quitan al Estado, que es adonde están dirigidos, porque parten de convenios de Estado a Estado, y se pasan a manos privadas, como CARUNA. Se da un descontrol sobre estos recursos fabulosos que son utilizados con mucha discrecionalidad, lo cual se presta para el abuso y la deshonestidad.

Por otro lado está la mercantilización con estos bienes supuestamente del pueblo. Por ejemplo, con los buses y automóviles donados por Rusia, no pasan al Estado, sino que son trasladados a una empresa privada, y ésta los vende, y el producto de la venta tampoco se canaliza hacia  Estado, sino que el producto de este negocio, se queda en manos privadas. Igual con la venta de los derivados del petróleo, se vende a precios de mercado, lo cual supone un mega negocio extraordinario, y las ganancias, o la parte que le correspondería al gobierno de Nicaragua, pasan a manos privadas también.

De ahí que haya múltiples versiones sobre las compras de la pareja presidencial y su círculo más cercano, incluyendo  Francisco López, de bienes en diversas áreas de la economía nacional, como turismo y hotelería, ganadería y negocios agropecuarios, medios de comunicación, especialmente televisión, y también radio, empresas publicitarias, de relaciones públicas, rotuladoras, etcétera. ALBA se ha convertido en un gran “holding” o gigante empresarial corporativo que está en la banca, la industria, las exportaciones agropecuarias, empresas de vigilancia y seguridad, distribuidoras de electrodomésticos y productos electrónicos, bienes raíces, construcción, transporte, etcétera.

Si los fondos se manejaran de manera transparente, es decir, pasaran al Presupuesto General de la República, y de esa manera al Tesoro de la Nación, que controla el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, habría una supervisión y una fiscalización que actualmente no existe. Solo una cuantas personas de la cúpula gubernamental saben cómo se maneja ese dinero. Ni siquiera el FMI lo conoce, porque los informes que ha recibido del gobierno han sido muy generales, como el del INSS con sus millonarios préstamos, que no dice a quiénes, ni a qué intereses, y además, habiendo advertido una inminente iliquidez, presta a largo plazo, es decir, 20 años.

¿Cómo vas a prestar a largo plazo si los especialistas actuariales contratados por el mismo INSS están alertando que en unos 15-17 años la institución colapsará si no se tomen medidas para aumentar los ingresos para que éstos puedan están por encima de los cada vez más crecientes egresos? Por supuesto, este es un tema altamente especializado y de seguro Adolfo Acevedo y Julio Francisco Báez, tendrán mucha información al respecto. Quizás también Néstor Avendaño.

Entonces la caricatura de Manuel Guillén aborda un problema real. No sería así, si la cooperación se manejara en orden y con transparencia. Si alguien tiene más información y puede contradecir todo esto, se lo agradecería.

Guillermo Cortés Domínguez

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