Séptima sesión de la Peña de
Periodistas en Managua
Las diversas lecturas que
puede tener un reportaje
puede tener un reportaje
Guillermo Cortés Domínguez
Fue el mismo Octavio, con su característica
modestia, quien tan sólo al entrar, dijo que esta fecha era un muy mal día, y
que así no se podía celebrar. Y es que él, aunque labora para el diario La
Prensa (LP), guarda una identidad con END, porque ahí fue que se forjó como
periodista. La mala situación financiera del diario, la posibilidad de que los
empresarios del Grupo Ortega
Murillo-FSLN-Albanisa compren una parte de las acciones y tomen el control
editorial, así como la posible venta del edificio de Carretera Norte para conseguir
una inyección económica, fueron algunos de los aspectos conversados, de modo
que si es lamentable y preocupante el despido de los colegas, lo es más aún, la
posibilidad de que quiebre este diario y que se pierda una de las voces de
crítica periodística más importantes del país. Sería un desastre. Aunque hay
quienes no ven en END sino “antisandinismo” y “resentimiento”.
Estábamos Lesbia, Manuel Espinoza Rivera, Isabel
Sánchez, Elsa Gómez, Moisés Rodríguez, Octavio y su esposa Lucía –quien
también es periodista—, Mario Tapia y yo. Fuimos nueve los afortunados de
esta noche en que sobre el tapete rodaron, extendiéndose, cada una de las
cuatro entregas del memorable reportaje sobre el Comandante Tomás Borge
Martínez, que hizo merecedor a Octavio del premio “Ortega y Gasset”.
Para el periodismo nacional, no sólo fracturado,
sino polarizado, el reportaje de Octavio es controversial y difícil de analizar
si no nos separamos de banderas partidarias, de lealtades ideológicas y de
afinidades históricas, porque su trabajo de periodismo de investigación expone
a una leyenda del FSLN, a uno de sus pocos fundadores sobrevivientes --oficialmente
el único--, como un ser humano degradado que pasó de héroe a ladrón. Ya hace
muchos años el sociólogo Silvio Prado publicó un artículo sobre el Comandante
Borge, que tituló: “De paradigma a estigma”, que en ese entonces me pareció
exagerado.
¿Lo ven como un reportaje?
Entre los recuerdos de Octavio en END, Danilo
Aguirre Solís ocupa un lugar especial, pero también Ernesto Aburto, de quien
nos contó cómo en una ocasión se perdió por varias semanas, y llegó
tranquilamente al diario, con una desfachatez, como si no hubiera pasado nada.
Octavio indagó entre los presentes sobre el
extraordinario caricaturista Róger Sánchez, de Barricada, cuyos “Muñequitos del Pueblo” son tan conocidos, pero
menos que sus caricaturas de “Humor Erótico”, que “El Alacrán”, de Pedro Xavier
Molina, publica cada semana. “Debe haber sido un gran jodedor”, dice Octavio, y
lo era, pero Róger aparentaba seriedad, era un observador minucioso de su
entorno y lo que le llamaba la atención lo llevaba a sus dibujos después de
haberlo analizado a profundidad. Era un analista. Un humorista muy serio.
Desde las filas partidarias ¿cómo se verá este
reportaje? O, para comenzar, ¿lo verán como un reportaje? ¿Lo verán como una
investigación periodística que demuestra, con pruebas, datos, evidencias e
indicios diversos, que un adalid de la revolución se apropió de grandes
extensiones de valiosas tierras urbanas en Managua, las vendió y se echó al
bolsillo más de dos millones de dólares? Octavio pone al descubierto la
sociedad entre el Comandante Borge y el diputado Mario Valle en una clínica
previsional que hace un negocio con el INSS, pese a que como funcionarios
estatales ambos, uno como Embajador, y otro como parlamentario, estaban inhibidos
para ello. Tráfico de influencias, dirán los abogados.
Y por Róger llegamos a platicar cuál es la
ubicación actual de los periodistas del diario Barricada (1979-1998) de aquél
entonces: unos son críticos del gobierno, otros son sus voceros, otros están
concentrados en sus trabajos, y otros se pierden en el anonimato. ¿Acaso no
había solidez ideológica entre ellos? La respuesta está en la misma crisis de
identidad del FSLN, un partido que no analizó las causas de su derrota
electoral, que no revisó por qué de forma masiva el campesinado se incorporó a
la guerra en contra de sus supuestos redentores; que tampoco debatió las
razones de la caída del llamado socialismo europeo y la crisis que desató sobre
la ideología socialista; y que no se ha ocupado de la apropiación ilegal de
bienes públicos (“La Piñata”) y del enriquecimiento encubierto de muchos de sus
dirigentes. El padre Fernando Cardenal, como Presidente del Comité de Ética del
FSLN les envió tres cartas a los miembros de la Dirección Nacional, sobre este
punto, y no le respondieron. Tuvo que renunciar.
“La Piñata” y la caída del
socialismo europeo
¿O los trabajos de Octavio Enríquez son vistos
como no periodísticos? ¿Son considerados parte de una campaña del imperialismo
yanqui para desacreditar a los líderes del FSLN? ¿Los ven como algo inventado,
como sacados de la manga de la camisa de una derecha recalcitrante representada
en el diario La Prensa?
Mario Tapia planteó la ironía de que los
fotógrafos del desaparecido diario Barricada
no tengan acceso a sus fotografías en el Instituto Histórico de Nicaragua y Centroamérica
(IHNCA) de la UCA. De acuerdo al Derecho de Autor, la obra realizada en
condiciones de asalariado, le corresponde al empleador, pero los derechos morales siguen siendo del
autor, es decir, al ser publicadas, las fotografías deben llevar el crédito de
quienes las hicieron. No obstante, aunque Mario no se refirió a ello, tengo
entendido que la mayoría de los fotógrafos hicieron duplicados de buena parte
de sus negativos, al menos los más valiosos.
Con sólo analizar “La Piñata” y las causas de
la caída del socialismo europeo, podría bastar para que un grupo de periodistas
se hubiera distanciado del FSLN, porque lo primero significa corrupción
–que paga actualmente el pueblo al abonar cada año con sus impuestos a la
deuda pública interna
correspondiente a las indemnizaciones a los dueños de propiedades confiscadas.
¿Cómo ser revolucionario y al mismo tiempo ser “piñatero”? ¿Cómo ser
revolucionario y millonario? ¿Cómo ser revolucionario y convertirse en rico
mediante actos ilícitos? Este hecho es como una bomba moral que estalló o
implosionó al interior del FSLN, el cual, no obstante, no se vino abajo como
las torres gemelas de Nueva York. Precisamente el reportaje de Octavio toca
este aspecto tan sensible.
Carlos Marx y Federico Engels sostenían, como
una de las piedras angulares de la filosofía materialista dialéctica, que las condiciones materiales de existencia
determinan la conciencia social, es decir, que si vivís en la opulencia no
podés pensar a favor de la clase obrera y de los campesinos pobres, más bien
sus objetivos son los de seguir acumulando a costa de los trabajadores. Pero
hay nuevos millonarios que insisten en sus discursos en que son
revolucionarios. El marxismo ya se encargó de resolver esta cuestión, aunque
algunos reclamen ambos roles pese a que son como polos opuestos.
Los medios que dicen “la
verdad” y los que “contaminan”
Otro factor de dispersión de los periodistas
de Barricada fue cómo se ubicaron
frente al derrumbe del socialismo mundial, donde una camarilla de burócratas
sustituyó al proletariado que supuestamente detentaría el poder. Esto devendría
en que no es posible esa dictadura de la clase obrera en alianza con el
campesinado, y tampoco el partido único, por lo tanto debe haber diversidad, lo
que implica tolerancia y asumir y llevar a la práctica la Convención
Internacional de los Derechos Humanos.
Si dividimos a los medios de comunicación de
Nicaragua en dos bandos, como dice la estrategia de comunicación del FSLN
diseñada a inicios del 2007 por Rosario Murillo, todo lo que produzcan los
medios no oficiales y sin ninguna afinidad con el Frente, serán ataques,
manipulaciones, mentiras, canalladas, lo peor que uno se pueda imaginar, en
contra de los impolutos y sacrificados líderes revolucionarios. Por lo tanto,
desde esta perspectiva los reportajes de Octavio no tendrán ninguna validez
periodística y serán considerados como una artimaña política de los enemigos de
la segunda fase de la revolución.
Pero, desde la teoría, ¿son reportajes periodísticos los trabajos de Octavio sobre el Comandante Tomás Borge?, ¿cumplen con las condiciones del periodismo profesional?, ¿se trata de periodismo o de un artificio político? ¿Los trabajos de Octavio fueron premiados por el diario El País para darle una zancadilla al FSLN o porque lo merecen?
También fueron mencionadas algunas “bromas”
que en medio del rol oficial del diario Barricada
se dieron el lujo de realizar algunos editores, incluso a costa de sanciones y
hasta despidos, como una entrevista a Daniel Ortega publicada textualmente con
todas sus interjecciones, silencios, dudas y hasta incoherencias; o una
coletilla a un trabajo, también sobre Daniel, puesta para demostrar que uno de
los editores no leía de cabo a rabo los materiales. Y la cuestión salió, y ese
día llovió fuego desde la Dirección Nacional del FSLN.
¿Beato aunque apoyó a
pederastas?
Independientemente de que siempre están
presentes elementos políticos, los reportajes de Octavio son una lección de
periodismo y quienes trabajamos como comunicadores en Nicaragua, estamos
obligados a desentrañar sus claves, por ejemplo, las fuentes utilizadas, la
diversidad de las mismas, que fueran consultados los personaje aludidos, y si
se demuestran los hechos imputados al Comandante Tomás Borge; y, por otro lado,
la escritura de esta historia, sabrosa, amena, bien enlazada, con predominio de
la crónica periodística que a veces se confunde con la literatura.
La beatificación del Papa Juan Pablo II, hizo
recordar aquél momento de su primera visita en que nueve veces ordenó
“Silencioooo”, a la rebelde multitud que lo acosaba con la consigna “Queremos
la paz” y la respuesta, “La Iglesia es la primera que quiere la paz”. También
se mencionó su posible responsabilidad en ocultar casos de pederastía, como el
de un obispo suizo.
Octavio nos adelantó el programa que le
esperaba en Madrid, donde en la entrega de los premios “Ortega y Gasset”
estarían el Nobel Mario Vargas Llosa y la plana mayor del “El País”, pues,
además, ese día el diario cumplía 35 años de vida, y, como se sabe, jugó un
papel destacado en el restablecimiento de la democracia. Por primera vez los
periodistas y escritores de izquierda pudieron publicar sus opiniones en un
diario, lo que fue todo un suceso en la España después de Franco.
Adicionalmente se planteó una inquietud sobre
la lotería digital que recién comenzó a funcionar, en el sentido de si cuenta
con el visto bueno de la Lotería Nacional. Seguramente los más interesados en
este asunto jugarán algunas cantidades de dinero nada despreciables, y querían asegurarse
de que no los vayan a estafar, como a los de “Agave Azul”.
Se puede elaborar reportajes
Si un periodista se lo propone, todo es
posible, sostiene Octavio, para quien el secretismo oficial que prevalece en el
gobierno central y en casi todo el Estado, no es impedimento para realizar
periodismo de investigación. Claridad de objetivos, disciplina y constancia,
así como una buena dosis de valentía para no temerle al poder, son las claves
para dar en el blanco y poder reconstruir en detalle un hecho con muchas y
diversas fuentes, que es en última instancia un reportaje.
Lesbia, quien hacía apenas unos días había
regresado de Europa, debió guardar los relatos que nos tenía sobre su viaje a
Francia y Austria, que quedarán para la próxima sesión de la Peña de
Periodistas, que será en el Barrio Riguero, en la casa de Manuel Espinoza
Rivera el próximo 27 de mayo, a las 6:00 p.m.
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