martes, 17 de mayo de 2011

El topo de la CIA en el mismo despacho del Gral. Humberto Ortega
Róger Miranda B. huyó porque 
supo que lo habían descubierto

•    Lo filmaron en San Juan del Sur con tres agentes de la CIA
•    En esos días descubren plan para asesinar a dirigentes de la Revolución
•    Gral. Humberto Ortega alertado, pero no le creyó a Glauco Robelo
•    Operaba como agente de la CIA desde antes de 1979 en Chile y México
•    Cadena de crímenes y suicidios alrededor de Miranda
•    Le atribuyen muchas muertes durante la insurrección final en Masaya


Guillermo Cortés Domínguez


El “topo” de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, Róger Miranda Bengopechea, quien se desempeñaba nada menos que como asistente del Jefe del Ejército Popular Sandinista (EPS), Gral. Humberto Ortega Saavedra, fue descubierto por el entonces Jefe de Contra Inteligencia de la institución militar, Coronel Glauco Robelo –salió del Ejército con el rango de General--, pero el espía se dio cuenta, y huyó del país llevándose información ultrasensible.

Por varias situaciones raras y sospechosas en que se vio involucrado Róger Miranda Bengoechea durante la insurrección final en Masaya, Glauco Robelo le insistió al General Humberto Ortega Saavedra, en que en esta persona había gato encerrado, pero el Jefe del Ejército nunca le prestó atención. Hasta que se produjo el tremendo golpe. Robelo filmó a Bengoechea en una reunión con agentes de la CIA. El video está en los archivos de la Contra Inteligencia del Ejército de Nicaragua.

Esta historia secreta del más espectacular golpe de espionaje dado por la CIA a la Revolución Popular Sandinista (RPS), aparece en la monumental obra de Mónica Baltodano, “Memorias de la lucha sandinista”, publicada en tres tomos de 1,700 páginas, en la que Robelo detalla una larga cadena de asesinatos cometidos por Bengoechea para avanzar en sus objetivos.

Varios de los miembros de la Dirección Nacional del FSLN y de los principales jefes del EPS se encontraban por quince días en La Habana negociando con los rusos y cubanos el trasiego de armas y municiones a Nicaragua, en lo que se conoció como “La Tripartita”. Sólo quedaron tres altos oficiales: Joaquín Cuadra, su Jefe de Despacho, Denis Moncada Colindres –actual Embajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA)--, y Glauco Robelo, Jefe de Contra Inteligencia.

Plan de asesinar a varios dirigentes
Humberto Ortega y toda la cúpula del Frente Sandinista y del Ejército de Nicaragua, se fueron a La Habana para una estancia prevista de quince días, donde elaborarían “La “Tripartita”, con los rusos y los cubanos, y que consistía en planificar hasta el mínimo detalle el trasiego de armas soviéticas para Nicaragua que ya estaban en Cuba.

En medio de una relativa situación de vacío de dirección del Ejército, refiere Robelo que descubrieron un plan para asesinar a los miembros de la Dirección Nacional del FSLN, Daniel y Humberto Ortega Saavedra, Luis Carrión y Jaime Wheelock, así como a Julio Ramos –ya fallecido--.


Desde La Habana Humberto Ortega le ordena a Robelo ponerse al frente de las medidas que deben tomarse contra esa operación del enemigo, para mientras retorna Omar Halleslevens, y que converse al respecto con Joaquín Cuadra, a quien no pudo localizar, pero él desplegó toda su artillería, los mejores oficiales, los más capacitados en la técnica, y logra filmar a Bengoechea en una reunión con tres oficiales de operaciones encubiertas de la CIA, junto al contacto, que era el Gerente del Hotel Barlovento, en San Juan del Sur.

Todos estos detalles se los contó Glauco Robelo a Mónica Baltodano como parte de una extensa entrevista sobre su integración al FSLN, su experiencia al lado de Pedro Arauz Palacios, su vivencia en la guerrilla urbana, su experiencia como entrenador militar y su papel como miembro del Estado Mayor de la insurrección final en Masaya, para el programa radial Entre Todos, en Radio La Primerísima, que comenzó el 17 de abril de 1999.

Encuentros fortuitos providenciales para Miranda
Como el tema de las entrevistas era la lucha sandinista, el descubrimiento del principal topo de la CIA en Nicaragua solo fue abordado de manera general. Pocos momentos después de filmarlo en San Juan del Sur, Bengoechea se encuentra con Robelo –según éste, por un problema de comunicación que no explica--, y el espía hasta le dirige la palabra, como si nada.

Luego de ese encuentro que no debió suceder jamás porque Bengoechea pudo intuir que ya andaban tras sus pasos, Robelo llegó a un lugar determinado y ordenó a un oficial que buscara a Sevilla, quien tenía el grado de Coronel al momento de la reveladora entrevista con Mónica Baltodano, y era el Jefe de la Primera Sección de la Contra Inteligencia. Una vez reunidos, Sevilla le comenta a Robelo que lo que ha ocurrido es grave y que si no toman medidas recibirán un golpe que les va a doler.

En su narración, Robelo dice que regresa a Managua, tomó contacto con Denis Moncada Colindres a quien le informa que hay un problema serio, grave, le indica que busque al Gral. Joaquín Cuadra, donde esté, porque debe hablar con él. Cuando Robelo va saliendo de la Comandancia General del EPS, va entrando Róger Miranda, quien le pregunta qué anda haciendo, a lo que el interpelado responde que buscando al Gral. Cuadra para que le resuelva un problema.

De acuerdo a Robelo, Miranda insiste y le dice que a él lo atiende directamente el Ministro, que no se subvalore exponiendo su problema ante el segundo (Cuadra). Robelo no le dice nada más, y Miranda le advierte que el Gral. Ortega se va a enojar. Robelo salió, ordenó a su gente tomar una serie de medidas, incluyendo que si hay que matar, que lo hagan.

Dos millones de dólares le pagaron
La clave para que Miranda supiera que lo habían descubierto, según Robelo, fue que en cuanto él salió, Denis Moncada –que en realidad no sabía nada de lo que sucedía-- le comentó a Miranda que Glauco andaba metido en algo chiva. Como lo había visto en San Juan del Sur donde había sido filmado en reunión con tres agentes de la CIA, Róger Miranda llegó a la conclusión de que estaba en peligro, mandó a sus casas al personal de su oficina y fotocopió toda la documentación de la reunión tripartita en La Habana.

No queda claro si el mismo día o al siguiente, Miranda se dirigió al llamado Escuadrón Ejecutivo, contiguo al aeropuerto internacional, y abordó el jet presidencial 19 de Julio, que salía para traer de regreso a Managua al Vicepresidente Sergio Ramírez. Se encontró con el Gral. Javier Carrión y su esposa Jenny Soto y  con el alto oficial de protocolo Guillermo González.

Al día siguiente, Róger Miranda apareció en el Congreso de los Estados Unidos vestido con un traje azul impecable, elegantísimo, según lo describe Robelo, donde atacó a la Revolución Popular Sandinista (RPS). Era nada menos que el asistente personal del Jefe del Ejército Sandinista. Según Robelo, a Miranda le pagaron dos millones de dólares, diez años de protección, ciudadanía y una casa con valor de 600 mil dólares.

El Coronel Robelo –al momento de la entrevista con Mónica Baltodano—compara el tratamiento que el gobierno estadounidense le dio a Miranda, con el otorgado un jefe de los espías rusos y de la Stassi, de Alemania, a quien con costo le dieron permiso de trabajo.

¿Agente desde antes de 1979?
Como Jefe de Contra Inteligencia del EPS, el Cnel. Glauco Robelo armó un expediente de Róger Miranda, en el que desde antes del triunfo de la Revolución Sandinista aparece sospechosamente relacionado con una cadena de crímenes. En ese expediente que Robelo dice se encuentra en el Instituto de Estudios del Sandinismo (IES), que luego presuntamente pasó al Instituto Histórico de Nicaragua y Centroamérica (IHNCA) de la Universidad Centroamericana (UCA), aparece Miranda en Chile, durante el gobierno de Salvador Allende, donde fue acogido por el boaqueño Alfonso García (M-3), hijo de campesinos adinerados. Entre otros, ahí estaban los hermanos Jaime y Ricardo Wheelock, Carlos “Pelota” Morales, Roberto Calderón y Leonel Espinoza, representante del FSLN en ese país.

Ricardo Wheelock

En Chile había dentro del ejército un movimiento político-militar adverso a Salvador Allende llamado “Patria y Libertad”, detectado por la Inteligencia cubana, quienes informan de un nicaragüense involucrado con esa organización. Carlos Fonseca se preocupa ante el informe y ordena a Ricardo Wheelock que averigue quién es esa persona, en qué actividades anda y si tiene que ver con el FSLN.

Cuando Wheelock está en esa investigación, extrañamente a Miranda le pegan un tiro, y Alfonso García consiguió mucho dinero para sacarlo a Argentina –donde había una dictadura militar en ese momento—y luego a México, hasta donde llega Ricardo Wheelock para cumplir el encargo de Carlos Fonseca, y entonces García le dice que Miranda es un agente de la CIA, que se involucra en cosas raras, que en un momento está sin nada y luego aparece con mucho dinero y hasta con carro. Luego se desapareció y no le pagó a García todo lo que éste le había facilitado. ¿Por qué lo ayudó a salir de Chile entonces?, eso no queda claro en la entrevista. Tampoco si se confirmó que Miranda era el nica de “Patria y Libertad”.

Todo esto se lo cuenta Wheelock a Robelo porque éste, junto a Julio Ramos, era miembro de la Comisión Superior de Cuadros del Ejército. Además, Robelo leyó el informe que presentó Wheelock, el cual pasó a formar parte del expediente de Miranda que llevaba la Contra Inteligencia.

Cadena de muertes alrededor de Miranda
Después Miranda aparece estudiando en Puebla, donde se encuentra con. Elías Noguera, boaqueño como Alfonso García, y gran amigo de él, quien también reporta que ese tipo era agente de la CIA, y entonces se les cierran las puertas a Miranda, sobre quien recae una nueva acusación: que anda chequeando los movimientos de Doris Tijerino, representante del Frente en México, que tenía como choferes a Frank y Paul Atha, padre e hijo, respectivamente.

Varios años después, Alfonso García, muy enfermo de cirrosis, murió en el Hospital Militar con aire en la sangre. Su última visita fue Róger Miranda, a quien también se le achaca haber causado la caída en desgracia de Elías Noguera ante el Gral. Humberto Ortega. Otra víctima de Miranda fue Salvador Bravo, quien se pegó un tiro estando bebiendo con él. Glauco Robelo menciona además al Secretario General de la Comandancia del EPS, Alvarito Hernández, quien murió en una misión en la que implica a Miranda, quien le habría serruchado el piso a Humberto Mendoza Pizarro, Jefe de Despacho del Gral. Joaquín Cuadra.

Después del triunfo de la Revolución, Miranda pretendió ser Ministro de Economía, pero su jefe en la insurrección de Masaya, Hilario Sánchez, le comunicó que no era posible, y luego Humberto Ortega solicitó que lo pasaran al EPS, y lo pusieron de apoyo del chinandegano Augusto Montealegre (La Maravilla), quien era el ayudante del Gral. Ortega. Había varios altos oficiales de Chinandega además de Montealegre, como Luis Martínez y Raul Venerio (Willy), quienes un día se reunieron en las oficinas de Auditoría Militar y estaban bebiendo guaro. Miranda se dio cuenta y llegó hasta ahí al Jefe del Ejército, y los quemó, diciendo que eso es lo que hacían todos los días. Y así fue que pasó a ser el ayudante personal del hombre que dirigía la guerra contra los contras y los Estados Unidos.

Por las sospechas que suscitaba Miranda, dice Glauco Robelo que él, Halleslevens, Julio Ramos o Salvador Muñoz, le informaban directamente a Humberto Ortega, y si entraban con algún papel, se lo llevaban de regreso, para impedir que pasaran por el despacho de Miranda.

Quiebran a agentes de Lenín Cerna y Renán Montero
Robelo afirma en la entrevista que le dio a Mónica Baltodano y que está publicada íntegra en casi 50 páginas del tercer tomo de “Memorias de la lucha sandinista”, que Miranda dio la información que llevó al asesinato de varios agentes de la Seguridad del Estado al mando de Lenín Cerna, que operaban desde México hasta Panamá, y que también actuaban bajo la jefatura del famoso y casi mítico agente cubano Renán Montero, quien estuvo con El Che Guevara en Bolivia. Según Robelo, Montero habría enviado un informe a Humberto Ortega con los nombres y ubicación de los agentes, que Miranda interceptó y luego reportó a la CIA.

En la entrevista, Robelo ofrece un detalle poco conocido, que la Inteligencia de la Revolución Sandinista operó en los Estados Unidos para que estallara el escándalo conocido como “Irangate”. Uno de los espías había sido de la escuadra Rufo Marín, Enrique Espinoza Peña (El Chocorrón). Ël, junto a varios cubanos y otros agentes que prepararon los documentos que permitieron demostrar en el Congreso norteamericano el vínculo de la venta de armas a Irán para proporcionarle fondos a la contra, fueron capturados por las autoridades estadounidenses. Posteriormente hubo una negociación con Washington, y Espinoza fue expulsado por espionaje, regresó a Nicaragua, y se convirtió en abogado.

Estaban contentísimos en el EPS con el golpe a los Estados Unidos, cuando se reunió el Consejo Militar y denegó una solicitud de Róger Miranda para ser ascendido a Teniente Coronel, lo que lo puso furioso. Miranda no era miembro del Consejo, pero por ser ayudante del Gral. Ortega, era quien tomaba nota de las sesiones.

Todo el destape de Glauco Robelo acerca de Róger Miranda Bengoechea, comenzó con una pregunta de Mónica Baltodano: Al inicio de la insurrección Felipe Escobar era el segundo de Hilario, y luego se me desaparece del escenario ¿Cuál fue el problema, qué pasó?  (De aquí en adelante, dejaremos las respuestas textuales de Glauco Robelo a estas y otras preguntas, con lo fundamental de este caso, quizás el más espectacular de la historia de Inteligencia y Contra Inteligencia de Nicaragua).

Miranda quería fusilar en Masaya a Felipe Escobar
Había una contradicción dentro de los Terceristas. Íbamos a la guerra el 6 de junio, y el 1 de junio llega Felipe Escobar (114). Él y yo éramos de la misma escuela guerrillera de Pedro Arauz, la “Selim Schible”, somos amigos. Llega Hilario y me lo presenta como su segundo, eso fue  en la casa de Omar Carballo, en El Cocal. Lubby también conocía a Felipe.

Recién llegado Felipe, enviado por Hilario va a la casa de Carlos Caldera, frente al teatro González, esa es casa de seguridad mía. La señora de Carlos Caldera se llama Leyla Duarte, hermana de Modesto Duarte (Mauricio), y colaboradora. Entonces me encuentro ahí con Felipe (Jerónimo). --Mirá, ya sabés que estoy aquí. --No sabía que eras vos, pero estoy enterado que estás trabajando de segundo de Claudio--, que era el seudónimo de Camión en Masaya. (Se refiere a Hilario Sánchez).

Comenzamos a hablar, hombré y qué te hiciste, me contó que cayó preso, que tuvo su problema en Estelí, que no le dieron entrada Bayardo y William y toda la GPP, que no pudo volverse a integrar y que a huevo se había hecho Tercerista, es su explicación.

En medio de la guerra, cuando Hilario cae herido, y lo sacamos no me acuerdo para dónde, queda al mando Róger Miranda Bengoechea. Entonces Miranda le dice a Ramón Moncada Colindres (Macaco) que va a fusilar a Felipe, yo le digo que no tiene autoridad para eso, o sea no es un cuadro destacado como para fusilar a un compañero de ninguna manera. ¿Me entendés?

Pleito entre Miranda y Robelo
Mando a contactar a Felipe y entonces me cuenta el cuento. “Mirá hermanó --me dice--, este hombre tiene influencia aquí en la gente, él me está acusando de que soy el responsable de la muerte de los compañeros de La Reforma, y yo nada tengo que ver con esa estructura, quiero que vos como compañero me ayudés. --Entonces hermanito, vos te quedás conmigo--, le digo. Lo dejo en la calle principal de Pochotillo, desde Sánchez Calvo hacia arriba, y como cuartel principal la casa de doña Anita Calero y de don Abraham López.

En una ocasión Róger Miranda se había confrontado con Roberto Sánchez porque  quería quitarle todas las municiones y todas las armas que teníamos en la casa de Domingo Bolaños, y yo de casualidad llegué a traer unas ametralladoras 30 que habían recuperado en Ticuantepe. Tuvimos un altercado y hasta nos sacamos pistolas y toda mierda. Le digo “Mirá hijueputa, no te metás en mi estructura, que yo no sé ni quién sos vos, y este compañero, Roberto Sánchez, está aquí con órdenes de que solo yo, la Lubby y La China (Eva Samqui), pueden autorizar salida de armas. Vos nada tenés que ver con nosotros”.

Al día siguiente llega Miranda donde doña Anita Calero y me dice: --Mire, el compañero Jerónimo --se refería a Felipe Escobar (114) --, pertenece a mi organización, y yo quiero que me lo entregue. --No hay ningún problema --le digo yo--, traeme un documento firmado por Claudio y yo te lo entrego. Él anda combatiendo aquí, allá está --le digo--. Efectivamente Felipe estaba volándose verga con un franco tirador.

Mira qué cosa: Ramón Moncada Colindres (Macaco) era jefe de la Escuadra Táctica de Combate (ETC), así le decían los Terceristas, que debía concentrarse el 6 de junio en esa casa de La Reforma. Esa  unidad era la que iba de frente al cuartel y los matan a toditos y el responsable de esa casa era Róger Miranda Bengochea. Humberto Ortega jamás me quiso creer que ahí había gato encerrado, hasta que se produce la traición. Pero ese es otro tema.

El juicio de El Chipote
Después del triunfo, a Felipe Escobar le hicieron un juicio, porque ellos lo estaban acusando. Ahí  está La China de testigo. Todos ellos saben. Pero yo no iba a permitir que Róger Miranda lo fusilara. Después se integró el tribunal de El Chipote. Estaban Luís Carrión, Jaime Wheelock, Humberto Ortega y Bayardo Arce. Jacinto Suárez era de Secretario de Actas de ese Tribunal. Llegamos a declarar La China Samqui, la Lubby  Roberto Sánchez y yo. Después lo dejaron libre y se fue al Ministerio del Interior.

Entonces es mentira que Jerónimo se desapareció de la insurrección de Masaya. Él estuvo con nosotros, yo consulté con la Lubby, consulté con La China, que éramos el Estado Mayor de la GPP, y además, miembros del Estado Mayor de la insurrección. Hilario estuvo de acuerdo, porque él no iba a aprobar el fusilamiento de ningún compañero. Después del triunfo, Hilario queda como jefe máximo y me dice:”Mirá, vamos a trasladarlo allá, y que allá se encarguen de averiguarlo”. Pero el que jodió a Felipe fue Miranda.

Mónica: ¿No sería que Miranda estaba molesto porque  Hilario puso a Felipe de  segundo en vez de nombrarlo a él?

Glauco: Es que a Felipe lo manda la estructura superior de Hilario, y lo manda como segundo de él, en cambio, Róger Miranda aparece en Masaya sin contacto, sin estructura. ¿Cómo llega Miranda adonde Hilario? Bosco Peña Miranda es hijo de una colaboradora, doña Chayo Peña. Bosco es un gran combatiente, huevón, fue herido en la toma de Ticuantepe. La señora tuvo ese hijo natural con el papá de Róger Miranda en Granada, donde ella trabajaba como doméstica. El señor nunca lo reconoció. Entonces Bosquito, que era un combatiente a quien todos lo queríamos, nos lleva a su hermano y dice: “Mirá, ahí hay un compañero que es economista, viejo bolchevique”. ¿Cuáles son sus antecedentes? Mirá, Róger Miranda Bengoechea se recibe de Economista en México, viene a Nicaragua a finales de 1969 y se junta con los cabezones de Marvin y Róger Ortega, fundadores del movimiento trotskista en Nicaragua.

Después del terremoto la  compañera Gloria Campos Traña estaba en el Regional en Granada, trabajando con Oscar Turcios y con todo este grupo, conoce a Róger Miranda, se enamora, y tienen un hijo.

Balazos entre Miranda y Marvin y Róger Ortega
En una ocasión Róger Miranda se agarra a balazos con Marvin y Róger Ortega en el Parque Central de Granada. Los Ortega caen presos, Róger Miranda no. ¡Pang! Se va para Chile, allá en Chile conoce a Alfonso García, que le decían M-3. Se hizo famoso en Boaco, porque  una vez que llega Bayardo Arce, Alfonso le dice: No jodás, yo creía que me traías una M-3 para aventar verga”. Le encajaron M-3 para toda la vida. Este es Alfonso, de Boaco, no confundir con Alfonso García de León, a quien le dicen El Prole. Este M-3 fue presidente del CEUCA. Un viejo y respetado sandinista. Por cierto, la muerte de él es extraña también. Alfonso García es hijo de señores campeches de billetes. Se va a estudiar a Chile, donde lo que menos hizo fue estudiar, pues andaba en la farándula con intelectuales, con los hermanos Ricardo y Jaime Wheelock. Era bohemio con riales, estudiaba en la universidad, pero nunca iba. Él andaba socializando. 

Entonces Miranda llega y le dice “Mirá brother, estoy vergueado, no tengo para pagar un cuarto--, y entonces, Alfonso de buena gente lo ayuda: --Bueno pues, traé la cama y vamos mitad y mitad en todo”. En Chile, con Allende en el poder, está todo un grupo de revolucionarios de América Latina, de México a la Patagonia, incluyendo varios nicaragüenses: Roberto Calderón, los Wheelock (Jaime y Ricardo), Carlos Manuel Morales (Pelota), Leonel Espinoza (El Chaparro), quien era el representante del Frente en Chile, creo que estaba también Ramiro Contreras.

Carlos Fonseca está al tanto de su representante que tiene allá. Había un movimiento que se llamaba “Patria y Libertad”, que era como una contrarrevolución interna del Ejército chileno contra Allende, que la había detectado la inteligencia cubana, la G-2, y les informan que hay un nicaragüense vinculado a “Patria y Libertad”. Carlos Fonseca  se chivea y manda a buscar a Ricardo Wheelock a Chile. Le dicen que su tarea es averiguar quién es el tipo y en qué tareas y actividades anda este tipo, que si está o no con nosotros.

Todo esto me lo cuenta Ricardo porque Julio Ramos y yo éramos de la Comisión Superior de Cuadros del Ejército. Esto que te estoy diciendo está en un informe archivado en el Instituto de Estudios del Sandinismo (IES). Yo leí el Informe y todo eso lo puse en el expediente de Miranda. Y te sigo contando: en esa investigación está Ricardo cuando de repente a Róger Miranda le pegan un tiro, y Alfonso, con sus riales, con sus desgracias, soborna no sé a quién, y lo saca para Argentina, por la triple frontera,   lo saca herido, ¡imaginate! Lo pasa por Argentina, donde hay otra dictadura, y se lo lleva a México.

En México acusaron de CIA a Miranda
A Ricardo lo mandan a México y allá Alfonso (M-3), comienza a acusar a Miranda de ser de la CIA, por contactos y chochadas raras: de repente, palmado; de repente, con un turcazo de riales, con vehículo. Y de pronto se le desaparece Miranda y lo deja en la perra calle, porque imaginate todo lo que habrá gastado Alfonso, quien vendió todo para llevárselo, cuidarlo y salvarlo.

De repente Miranda se desaparece y se va a estudiar a Puebla, donde estaba estudiando en primer año, Elías Noguera, quien era amigo de M-3, porque los dos son de Boaco. También lo acusa de CIA, porque Alfonso le cuenta todo. Además, Elías no lo quería, porque Miranda era prepotente, inteligente y todo lo que vos querrás, pero era un granadino clásico, como caballo real. Cuando lo acusan de CIA, le cierran las puertas en todos lados. La Regional de ahí era Doris Tijerino, los que le manejaban a la Doris Tijerino, eran Frank y Paúl Atha hijo, y varias veces detectaron a Miranda chequeando a la Doris. 

Es una historia bien rara pues. Alfonso García ya estaba jodido con cirrosis y en el Hospital Militar murió con aire en la sangre. Su última visita fue Róger Miranda.

El Comandante Guerrillero y Teniente Coronel del Ejército de Nicaragua Elías Noguera, cayó en desgracia con Humberto Ortega, por el azote de Róger Miranda. Todo el que se le puso a su alrededor, él lo destruyó. Salvador Bravo, bebiendo guaro con Miranda, se pegó un tiro. Y Alvarito Hernández, ¿qué andaba haciendo en el Norte Alvarito Hernández, siendo Secretario General de la Comandancia?  Humberto Mendoza Pizarro  era el Jefe de Despacho de Joaquín Cuadra, le gustaba echarse sus traguitos, lo quemó y lo mandó a la verga. No necesitás tener cuatro dedos de frente para saber que el hombre estaba haciendo algo.

Mónica: ¿Cómo llegó a ser el ayudante de Humberto?

Glauco: Róger Miranda quería ser Ministro de Economía. Hilario lo aterrizó y Humberto se lo pidió. Entonces lo mandaron de oficial ayudante de La Maravilla Augusto Montealegre, quien era el Ayudante de Humberto Ortega.

Experto en serruchaderas de piso
Miranda le comenzó a serruchar el piso. Entonces un día están varios chinandeganos reunidos bebiendo guaro en la oficina de la Auditoría, entre ellos, Luís Martínez, Raul Venerio (Willi) y La Maravilla Montealegre. Róger Miranda se da cuenta y se lleva a Humberto Ortega adonde están ellos. “Mire, eso es lo que hacen todos los días estos hijueputas”. ¡Delante de ellos! Suspendidos toditos. ¡Destituidos!

Todo el que le hizo sombra, ¡a la verga! Así pasó a ocupar el puesto de Montealegre. El mayor trabajo de penetración a máximo nivel que pudo haber hecho el imperio contra nosotros, fue Róger Miranda.

Omar Halleslevens, Julio Ramos o su segundo, Salvador Muñoz, y yo, llegábamos  donde Humberto Ortega, enseñábamos cualquier informe, “Mire Comandante en Jefe”,  lo leía, ponía sus anotaciones, y nos llevábamos los papeles, no los pasábamos por donde Miranda. Y él tenía su expediente en Inteligencia.  

En cambio jodió a Lenín Cerna y a Renán Montero ¿Por qué nos matan a todos los centros de Inteligencia de México para abajo? Porque él los vendió, era imposible que el enemigo supiera de esa gente. Claro, me imagino que Renán le mandó algún informe a Humberto con toda la piedra, y por supuesto, él lo interceptó. 

Frustrado porque no lo ascendieron a Teniente Coronel
Ya les habíamos estallado el escándalo Irán-Contras, y ahí está uno de los espías de la Rufo Marín, Enrique Espinoza Peña (El Chocorrón), a él lo capturan, a los cubanos, a todos los que prepararon los documentos que nos permitieron demostrar en el Congreso la vinculación de la Contra con el Irangate.

Ya les habíamos pegado ese vergazo cuando ocurre el incidente de que Róger Miranda le está exigiendo a Humberto Ortega que lo haga Teniente Coronel, y todo el Consejo Militar dice que no, y se levanta como muchachito malcriado y se sale. Él no era del Consejo, era el que tomaba las notas, pero se levanta como muchachito malcriado, y se va. 

Mónica: ¿Y qué pasó con El Chocorrón después de que lo capturaron los norteamericanos?

Glauco: El Chocorrón es nieto de doña Isabel Aguilar, abuela de Bosco Peña Miranda, y de Antonio Espinoza Peña, combatientes. Todos ellos colaboradores. Era la casa de seguridad principal de La China (Eva Samqui). Ahora él es abogado. Se hizo una negociación con los gringos, y lo expulsaron por espionaje. Es el único nicaragüense en la historia de los Estados Unidos, expulsado por espionaje.

Humberto Ortega y toda la cúpula del Frente Sandinista y del Ejército de Nicaragua, estaban por quince días haciendo “La “Tripartita” en Cuba, con los rusos y los cubanos, viendo todo el tema del armamento que teníamos allá, que no lo habíamos trasegado, un cachimbo de mierdas.

Filmado con tres agentes de la CIA

Sólo quedamos Joaquín Cuadra, Denis Moncada Colindres --que había repuesto a Humberto Mendoza Pizarro en el despacho de Joaquín--, y yo. Ese era el Estado Mayor que quedó. Entonces descubrimos una operación --que está en video en los archivos de la Contra Inteligencia--, donde van a matar a Luís Carrión, Julio Ramos, Daniel Ortega, Humberto Ortega y a Jaime Wheelock. La orden de Humberto Ortega es que yo me ponga al frente de la medidas contra esa operación, para mientras viene Halleslevens, y que hable con Joaquín Cuadra.

No encuentro a Joaquín, y yo despliego toda la artillería, agarro los mejores oficiales, las mejores gentes de la técnica, y Róger Miranda aparece filmado, en reunión con tres oficiales CIA de operaciones encubiertas, y el contacto, que era el Gerente del Barlovento. Para desgracia mía, por falta de comunicación, él me encuentra. En una de las pasadas en San Juan del Sur, cuando él contacta con la gente ésta, yo voy pasando y me para. “¿Ideay Chele, qué pasó, brother?”. Entonces yo me cago. Cuando yo llego al final del lugar, hago un movimiento, me voy, bajo a un oficial y le digo: “Andá buscate a Sevilla”, que ahora es Coronel, es el Jefe de la Primera Sección de la Contra Inteligencia. Sevilla me dice: ”Mire Jefe, esto es grave, si no tomamos medidas, nos pegan un turcazo que nos va a doler”.

Me vengo a Managua, hablo con Denis Moncada Colindres, y le digo: “Mirá Denis, hay un problema serio, grave, buscame al General Cuadra donde esté, que quiero hablar con él”. En lo que voy saliendo, va entrando Róger, ya bien afeitadito. --¿Idiay maje, qué andás haciendo?, ¿qué estás haciendo aquí? Me salís como la sopa--. --No hombre, es que yo tengo un problema, y el General Cuadra me va a resolver--, le digo. --A vos te atiende el Ministro, no te charruliés, ¿qué querés?, --me insiste--. --Nada hombré --le digo, pues ya hablé con el General Cuadra--. Todavía me replica: --Se va a enturcar el Ministro--. Entonces me salí, y llamo a la gente para que activen todas las medidas y que si hay que matar, hay que matar. Desgraciadamente, Moncada, sin saber nada, le hace el comentario a Róger: --No jodás, el Chele (se refería a mí) anda metido en una mierda  chiva.  Como me había visto en San Juan, a las seis de la tarde el hijueputa despacha a todo el mundo y comienza a fotocopiar todos los documentos de la reunión Tripartita, que fue lo que más se llevó.

Huye en el avión presidencial

Moncada la cagó, porque cuando le enseño el video a Joaquín, éste reacciona y me dice: --¿Quién ordenó esta mierda? --Yo, mírelo primero--. Ese día fue jodido. Dos meses antes nos había quitado a nosotros el control del Escuadrón Ejecutivo. Omar Halleslevens y yo habíamos manejado hasta entonces el Escuadrón Ejecutivo, cuando pasó a su control, Róger estuvo dos meses preparando condiciones por cualquier mierda. 

Él se fue en el jet presidencial 19 de julio ubicado en el Escuadrón Ejecutivo. El jet iba a traer a Sergio Ramírez, venían también Javier Carrión, su esposa Jenny Soto y Guillermo González, y lo saludaron --Ideay, ¿qué andas haciendo? --Es que ando enfermo, voy a darme una chequeadita, y aproveché el avión, el raid--.

Al día siguiente aparece en el Congreso Americano, traje impecable azul, corbata con la bandera de los Estados Unidos, elegantísimo, declarándonos enemigos y volándonos verga. Le dieron dos millones de dólares, diez años de protección, ciudadanía y casa. Al jefe de los espías rusos y de la Stassi, de Alemania, con costo le dieron permiso de trabajo, ¡con costo! Hombre, ese maldito vive en una casa de seiscientos mil dólares en Miami, da clases en la universidad, tiene salario, tiene todo. ¿Cómo es que era un pobre pinche traidor?

Mónica: Definitivamente que parece como que ya era agente desde antes. Porque  Guillermo Sánchez dice que para la toma de Ticuantepe, el día 6, la cantidad de guardias que estaban en el cuartel, y los refuerzos que llegaron de inmediato, indicaban que era como que los estaban esperando.

¿Informaba a la GN en Masaya?
Glauco: Sí, y a la principal unidad de Hilario, la matan en La Reforma. Yo no sé hasta dónde Hilario le comentó los planes, pero cuando nosotros nos tomamos el Instituto el 6 de junio, tuvimos heridos y combates adentro. ¿Cómo la Guardia sabía que nos íbamos a tomar el instituto?

Además, el Jefe de la escuadra de La Reforma era Róger Miranda (Faustino). ¿Por qué matan a toda esta gente? Todos estaban armados, ahí hubo un combate, pero claro, era desproporcionado. No llegaron diez guardias, llegaron cien ¿por qué? ¿Me entendés? Entonces hay una serie de cosas…

Hotel Barlovento, San Juan del sur
Como vez, hay  una serie de antecedentes de Miranda Bengoechea vinculados con el enemigo. Con mi experiencia en el trabajo de Contra Inteligencia e Inteligencia, no me queda la menor duda de que el mejor trabajo de penetración al máximo nivel en el sandinismo, fue el del traidor Miranda.

Incluso Humberto habló con Hallesleven, conmigo y con todos los oficiales:”No quiero más escándalo, yo estoy claro que este hijueputa era difícil, bueno, nos jodió, nos jodió. Yo no quiero más escándalo”. Porque yo le dije “A este hijueputa hay que matarlo”. ¿Por qué? Porque él se fue y al día siguiente nos mataron al de Honduras, que era agente de Renán Montero, era de Chontales; a los dos días nos escaparon de matar al hijo de don Juan Marenco, a Rooney Marenco, quien era agente de Renán y nuestro, pues, trabajábamos en conjunto; a los dos días nos mataron al centro de Guatemala; a los cuatro días nos hicieron turca al centro de los cubanos y de nosotros, que trabajamos juntos en Panamá. Nos hicieron verga pues.

Por eso no lo perdono. Yo  puedo saludar a un guardia, “¿Qué tal, cómo estás? Vos en tu lado y yo en el mío”. Pero un hijueputa que fue nuestro, que esté manchado de sangre de gente mía, con facilidad me enjarano.



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