Las operaciones de “jalar la soga” y “apretar tuercas” contra Alemán, se producen en un momento decisivo en que entra en receso la Asamblea Nacional, ha habido pláticas, unas en la Corte Suprema de Justicia, y otras bajo la mesa, y queda listo el escenario para una supuesta negociación política que destrabe el nombramiento de esos 25 funcionarios a quienes se les venció su cargo, entre ellos varios de los honestísimos contadores de votos del Consejo Supremo Electoral (CSE). Los costos son gravísimos, no tanto porque los nombrados no sean idóneos, sino por el tipo de ejemplo de corrupción, chantaje y deshonestidad que transmiten a la sociedad, es decir, por los valores negativos que transfieren a toda la nación, sobre todo a los adolescentes y jóvenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario