También no poca veces lo campesino es visto con desprecio por jóvenes urbanos, que utilizan como gran insulto el término “jincho”, para referirse a una persona con aspecto o maneras relacionadas con habitantes de las zonas rurales. Los campesinos no sólo son parte de nuestra colectividad, sino que son quienes alimentan a los habitantes de las ciudades, es decir, juegan un papel esencial en el proceso productivo. Quizás muchos jóvenes no sepan que los campesinos suelen ser honestos, cariñosos, serviciales y bondadosos, todo lo contrario de la clase política que desgobierna. Pero cuando le tocan sus derechos, no vacila en alzarse en armas, como lo hizo en menor grado contra la dictadura somocista, y de manera masiva, contra el FSLN de los ochenta, cuando desde el diario oficial Barricada los periodistas los llamábamos “guardias”, “perros” y “mercenarios” y eran genuinos hombres y mujeres del campo. También había guardias, sobre todo al inicio de la rebelión.
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