De igual manera, muchos jóvenes reniegan de nuestra condición mestiza, de nuestra sangre indígena, y utilizan la palabra “indio” para ofender, porque consideran que serlo, es algo negativo. Los nicaragüenses tenemos sangre de nuestros pueblos originarios, de los pobladores nativos de América, de mezclas de tribus del norte y del sur, de Náhualt y de Chibchas, de pacifistas y de guerreros. El “indio” debe ser visto como un pariente lejano, un antepasado que está en la base de nuestra formación, de nuestra cultura, de lo que somos hoy, de modo que al ser lo que somos, somos también un poco de ellos.
Sería interesante que se analicen las motivaciones para que una parte de la población reniegue de sus raíces. Favor no confundir las genética con la cultura.
ResponderEliminarTema aparte: ¿Será que los de Guanacaste quisieran ser reintegrados a Nicaragua?
El Masaya.
Soy de Masaya, me vine a estudiar a Brasil y me quedé aqui. Noté que en Brasil, existe por várias personas ese sentimiento pejorativo por los indígenas y por sus decendientes, sean mescla o puros. En los primeros años, solo por tener el pelo liso y trazos de NICA, me veian con preconcepto, mas siempre me orgullé de mi origen y escogí mejor las personas de relacionamiento social.
ResponderEliminarSon pocos los Nicaraguenses de hoy en día no tengan sangre aborigen en sus venas aunque sea cheles de paxila y se llamen Raymond Hawkins Lefevre.
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