Venezuela confirma que Chávez no asistirá a la toma de posesión el jueves
El presidente de la Asamblea informa deque por recomendación médica "no podrá comparecer"
Ewald Scharfenberg, Caracas, 8 ENE 2013
El suspenso en Venezuela empieza a despejarse. Ya se sabe de manera oficial que Hugo Chávez no acudirá mañana jueves a jurar su cargo como presidente de Venezuela por tercer período consecutivo. Lo ha anunciado esta tarde (por la noche en España) el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, que leyó en la sesión del Parlamento una carta del vicepresidente, Nicolás Maduro, en la que confirma la ausencia de Chávez e invoca el artículo 231 para que, por causas médicas “sobrevenidas”, se permita al comandante ser investido en fecha posterior y ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Maduro asegura en la carta que hace la solicitud por instrucciones del propio Chávez, convaleciente en La Habana desde el 11 de diciembre tras su cuarta operación de cáncer, y en atención a las recomendaciones “del equipo médico que vela por el restablecimiento de su salud”, por las que se revela evidente que “el proceso de recuperación postquirúrgico deberá extenderse más allá del 10 de enero, motivo por el cual no podrá comparecer en esa fecha ante la Asamblea Nacional”.
El anuncio ocurre a menos de 48 horas de la fecha clave, el 10 de enero, señalada en la Constitución como inicio del nuevo período de gobierno, 2013-2019, para el que Chávez fue reelecto el 7 de octubre. Gobierno y oposición tienen interpretaciones distintas respecto a qué hacer ante la ausencia forzosa del presidente.
Mientras la oposición sostiene que se debe calificar la falta —al menos temporal— del mandatario y dar paso a un Gobierno interino del presidente de la Asamblea Nacional, el chavismo se atrinchera en la idea de que el actual mandato se extiende de manera automática para la Administración actual, dada la inesperada circunstancia de la enfermedad del presidente, y que la jura del cargo por parte de Chávez es un formalismo que puede realizar más adelante, una vez se recupere.
La misiva firmada por Maduro representa un paso hacia la concreción de la tesis oficialista. Falta conocer si para consumarla se contará con un fallo del Supremo o si simplemente se dará por hecho desde el Parlamento, donde los partidarios cuentan con 99 diputados de un total de 165.
Entre tanto, las distintas interpretaciones han dado lugar a acusaciones mutuas entre Gobierno y oposición de proponerse romper el orden constitucional mañana. Se trata de una guerra de declaraciones que arreció en las horas previas al anuncio de la ausencia y se espera que se intensifique a media se acerca el día 10.
En las horas previas a la confirmación de la ausencia de Chávez hablaron en conferencias de prensa Elías Jaua —ex vicepresidente de la República— y Jorge Rodríguez —alcalde del municipio Libertador de Caracas, y estratega del equipo electoral oficialista— por el lado gubernamental, mientras el excandidato presidencial opositor y gobernador del Estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, por fin rompía su silencio.
Capriles, virtual candidato opositor en caso de que la eventual falta de Chávez y la transición consiguiente obliguen a convocar a elecciones presidenciales en los próximos meses, instó al Tribunal Supremo a tomar pronto una decisión acerca del conflicto de interpretaciones constitucionales que amenaza con sumir Venezuela en una crisis de gobernabilidad. “Ustedes tienen una responsabilidad ante la historia y ante la paz”, dijo a los magistrados.
Pero quizás la noticia más importante de la rueda de prensa permaneció tácita. Pues, mientras Capriles aseguraba que hasta el momento no es “candidato a nada”, sentado a su lado tuvo al gobernador del Estado de Lara, Henri Falcón, un disidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que con su propio movimiento ganó fácilmente la reelección en esa región.
Su presencia se interpretó como el lanzamiento de la fórmula Capriles-Falcón para una venidera campaña. De ser así, se trata solo de uno de los reacomodos que con premura la oposición acomete para aprovechar la oportunidad que le ofrecería una baja eventual de Chávez.
Tras las dos derrotas de los pasados comicios del 7 de octubre y 16 de diciembre, se dejaron escuchar voces críticas que en público pidieron a la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) modificar sus estrategias. Entre los pronunciamientos se contó con el del excandidato presidencial Manuel Rosales, quien desde Perú, donde vive en exilio, declaró que “es muy grave esconder las dos últimas derrotas y echarle la culpa al pueblo”.
La polémica se puso de manifiesto en una reunión realizada a puerta cerrada el domingo, a la que asistieron representantes de los 19 partidos que integran la MUD. Una fuente interna admitió a EL PAÍS que las quejas afloraron sin restricciones. Sin embargo, ninguno de los que se quejaron atinó a esbozar una estrategia mejor que la que ejecuta la MUD ni, incluso, una estructura que prometa mejores resultados a corto plazo. Así, quedó ratificada la MUD ante los venideros acontecimientos políticos como un matrimonio de conveniencia, no muy bien avenido pero al que todavía interesa adscribirse.
La alianza confirmó a Ramón Guillermo Aveledo como líder. En la jornada también se discutieron las opciones de acción que contempla la oposición frente al 10 de enero. “Según sea el camino que se adopte este jueves para suplir la ausencia del presidente, así serán nuestras respuestas”, vaticinó la fuente, “pero siempre lo importante será no dejarnos atrapar por el radicalismo del Gobierno y de las redes sociales”.
Se sabe además que la oposición apelará a la comunidad internacional. Este martes circuló una carta que Ramón Guillermo Aveledo dirigió al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, avisándole del entuerto constitucional que se estaría preparando en Venezuela.
El anuncio ocurre a menos de 48 horas de la fecha clave, el 10 de enero, señalada en la Constitución como inicio del nuevo período de gobierno, 2013-2019, para el que Chávez fue reelecto el 7 de octubre. Gobierno y oposición tienen interpretaciones distintas respecto a qué hacer ante la ausencia forzosa del presidente.
Mientras la oposición sostiene que se debe calificar la falta —al menos temporal— del mandatario y dar paso a un Gobierno interino del presidente de la Asamblea Nacional, el chavismo se atrinchera en la idea de que el actual mandato se extiende de manera automática para la Administración actual, dada la inesperada circunstancia de la enfermedad del presidente, y que la jura del cargo por parte de Chávez es un formalismo que puede realizar más adelante, una vez se recupere.
La misiva firmada por Maduro representa un paso hacia la concreción de la tesis oficialista. Falta conocer si para consumarla se contará con un fallo del Supremo o si simplemente se dará por hecho desde el Parlamento, donde los partidarios cuentan con 99 diputados de un total de 165.
Entre tanto, las distintas interpretaciones han dado lugar a acusaciones mutuas entre Gobierno y oposición de proponerse romper el orden constitucional mañana. Se trata de una guerra de declaraciones que arreció en las horas previas al anuncio de la ausencia y se espera que se intensifique a media se acerca el día 10.
En las horas previas a la confirmación de la ausencia de Chávez hablaron en conferencias de prensa Elías Jaua —ex vicepresidente de la República— y Jorge Rodríguez —alcalde del municipio Libertador de Caracas, y estratega del equipo electoral oficialista— por el lado gubernamental, mientras el excandidato presidencial opositor y gobernador del Estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, por fin rompía su silencio.
Capriles, virtual candidato opositor en caso de que la eventual falta de Chávez y la transición consiguiente obliguen a convocar a elecciones presidenciales en los próximos meses, instó al Tribunal Supremo a tomar pronto una decisión acerca del conflicto de interpretaciones constitucionales que amenaza con sumir Venezuela en una crisis de gobernabilidad. “Ustedes tienen una responsabilidad ante la historia y ante la paz”, dijo a los magistrados.
Pero quizás la noticia más importante de la rueda de prensa permaneció tácita. Pues, mientras Capriles aseguraba que hasta el momento no es “candidato a nada”, sentado a su lado tuvo al gobernador del Estado de Lara, Henri Falcón, un disidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que con su propio movimiento ganó fácilmente la reelección en esa región.
Su presencia se interpretó como el lanzamiento de la fórmula Capriles-Falcón para una venidera campaña. De ser así, se trata solo de uno de los reacomodos que con premura la oposición acomete para aprovechar la oportunidad que le ofrecería una baja eventual de Chávez.
Tras las dos derrotas de los pasados comicios del 7 de octubre y 16 de diciembre, se dejaron escuchar voces críticas que en público pidieron a la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) modificar sus estrategias. Entre los pronunciamientos se contó con el del excandidato presidencial Manuel Rosales, quien desde Perú, donde vive en exilio, declaró que “es muy grave esconder las dos últimas derrotas y echarle la culpa al pueblo”.
La polémica se puso de manifiesto en una reunión realizada a puerta cerrada el domingo, a la que asistieron representantes de los 19 partidos que integran la MUD. Una fuente interna admitió a EL PAÍS que las quejas afloraron sin restricciones. Sin embargo, ninguno de los que se quejaron atinó a esbozar una estrategia mejor que la que ejecuta la MUD ni, incluso, una estructura que prometa mejores resultados a corto plazo. Así, quedó ratificada la MUD ante los venideros acontecimientos políticos como un matrimonio de conveniencia, no muy bien avenido pero al que todavía interesa adscribirse.
La alianza confirmó a Ramón Guillermo Aveledo como líder. En la jornada también se discutieron las opciones de acción que contempla la oposición frente al 10 de enero. “Según sea el camino que se adopte este jueves para suplir la ausencia del presidente, así serán nuestras respuestas”, vaticinó la fuente, “pero siempre lo importante será no dejarnos atrapar por el radicalismo del Gobierno y de las redes sociales”.
Se sabe además que la oposición apelará a la comunidad internacional. Este martes circuló una carta que Ramón Guillermo Aveledo dirigió al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, avisándole del entuerto constitucional que se estaría preparando en Venezuela.
Tomado el 8 (9 en Madrid) de enero del 2013 de: http://internacional.elpais.com/internacional/2013/01/08/actualidad/1357666954_446873.html
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