jueves, 29 de septiembre de 2011


EL VOTO NULO ES UN DERECHO, 
PERO BENEFICIA A ORTEGA



  •      El derecho a pensar que no hay por quién votar
  •      ¿Afecta el voto nulo?
  •      La estrategia del Movimiento por el Rescate del Sandinismo
  •      Henry Ruiz se distancia del voto nulo
  •           Las estadísticas no mienten 
  •          Reposicionamiento y búsqueda de un frente amplio de izquierda


Guillermo Cortés Domínguez (*)

Nadie está obligado a votar por alguien en quien no crea y cualquier persona está en el derecho hasta de considerar que no hay por quién votar. Como en Nicaragua el voto es un deber y un derecho, si no se vota, se contradice el deber, y se pierde la oportunidad de ejercer el derecho. Podría darse el caso de quien queriendo cumplir con su deber, asista a la junta receptora de votos, pero no teniendo por quién votar, marque varias casillas o escriba su rechazo al proceso electoral, y así no le da su voto a nadie, haciendo congruente de esta manera su manera de pensar  con la ley. 

No debe extrañar que haya electores que no tengan por quién votar con tanto descrédito que carga el actual proceso electoral, en primer lugar, al arrastrar el fraude de los comicios municipales en al menos unas cuarenta alcaldías; en segundo lugar, con un sistema dirigido por magistrados corruptos, partidarizados y sin credibilidad; y en tercer lugar, por todas las arbitrariedades cometidas como: la retención del ocho por ciento de los resultados de la última justa electoral, la cedulación amañada, la no depuración del padrón electoral, la composición desequilibrada a favor del partido de gobierno de los comités electorales departamentales y municipales, etcétera.

Por tanto, es natural que exista una organización política que levante la bandera de ir a votar pero hacerlo de manera que el voto sea nulo. Se trata del Movimiento Rescate del Sandinismo (MRS) –no confundirlo con el MRS que integra la alianza PLI-UNE que sí está por el voto efectivo o válido--. Las compañeras y compañeros del Rescate están en su derecho al promover esta forma de ejercer el deber ciudadano de votar.

Quienes desde la izquierda han incorporado en su ideología los conceptos de libertad y democracia, deben respetar esta decisión, sino, ¿dónde queda la tolerancia, la diversidad que es parte intrínseca de la democracia? ¿Por qué pretender obligar a un grupo de personas a votar por candidatos y partidos o alianzas en los que no creen y que incluso hasta podrían rechazar? Esto es un irrespeto, y caer en un pensamiento autoritario que supuestamente se rechaza y se combate.

¿El voto nulo afecta?
Por otro lado cabe la pregunta: ¿El voto nulo afecta a las fuerzas políticas en contienda? Si fuera masivo,  podría incidir en los resultados, sobre todo si hubiera poca distancia entre los dos primeros lugares, porque se contabilizarían como votos nulos, y, a menor cantidad de votos válidos, los porcentajes de los partidos decrecerían. Si este decrecimiento fuera por igual, no habría ventaja para ninguno. Pero…

Pero si los votos nulos se convirtieran en votos válidos, para alguna casilla irían a parar esas decisiones de los electores. En este caso, dadas las profundas contradicciones con el FSLN, los seguidores del Rescate no darían su voto al FSLN, por tanto, al aumentar los votos válidos y mantenerse igual la cantidad de votos del Frente, su porcentaje disminuye. Esta es la razón por la cual, el otro MRS, el de los Renovadores, el que va en alianza en la casilla PLI-UNE, señala al Rescate de favorecer a Daniel Ortega con la promoción del voto nulo. Víctor Tinoco fue categórico al respecto, en un tono fuerte. También lo señaló el propio candidato Fabio Gadea Mantilla. “Mienten”, respondió Mónica, pero se equivoca, estadísticamente no mienten, y esto podría tener implicaciones políticas.

Creo que desde las filas del MRS que está en la contienda electoral ha habido falta de tacto, porque bien podrían hacer su reclamo, pero poniendo en primer lugar el derecho del Rescate a tener su propio punto de vista, porque hay consideraciones políticas de fondo que lo motivan, como no creer en el actual proceso por viciado, ilegal y fraudulento. Pero señalando que desde el punto de vista estadístico, en efecto, el voto nulo aumentaría el porcentaje de los votos del Frente, aunque solo en el remoto caso que esta sea una opción masiva, de lo cual no hay ninguna señal, porque pese a todos los problemas, todo apunta a que al menos el 85 por ciento del electorado ya decidió votar por alguien. Si en efecto fuera así, no vale la pena este enfrentamiento.

Por otro lado, esta situación ya produjo una fractura importante, pues el Comandante Henry Ruiz, uno de los líderes del Rescate, se distanció del voto nulo y, al contrario, llamó a votar a la población. Por otro lado, como la Comandante Mónica Baltodano fue quien anunció esta política del Rescate, y no su Comité Ejecutivo, pareciera un asunto personal o que prevalecieron estilos de dirección caudillistas. ¿Por qué esta decisión que fue discutida durante varias semanas no fue anunciada por la estructura de dirección del Rescate?

Lo que dice la estadística
Veremos otro aspecto. En el programa de televisión “Buenos Días”, del “Canal 12”, durante una entrevista junto al diputado Maximino Rodríguez, Mónica Baltodano presentó dos hojas con estadísticas con las que supuestamente demostraba que el voto nulo no afectaba a ningún partido contendiente. Sus tablas solo decían que los votos nulos no se contabilizaban y por tanto los votos de los demás partidos quedaban igual. Pero este análisis es incompleto porque no contempla la variable de lo que ocurriría si en vez de votos nulos, éstos fueran votos válidos, lo cual genera la siguiente reflexión.

¿Cuando los líderes del Rescate tomaron la decisión de llamar al voto nulo, entonces estaban pensando que no afectaban a los demás partidos? ¿Esta importante decidió se tomó entonces sobre una base errónea? O, se podría afirmar que esta opción se adoptó sin saber que podrían favorecer al candidato Daniel Ortega Saavedra. Sería gravísimo que una decisión política tan importante no haya contemplado esta situación.  Pero al margen de ello, el Rescate tiene derecho a seguir adelante con su campaña, pero las estadísticas no les son favorables, así que mejor no las sigan utilizando, porque se exponen al ridículo.

Finalmente, hay que decir que una agrupación política muy pequeña, sin ninguna posibilidad electoral, y que rehúsa formar parte de alianzas por poner adelante los principios, tiene razón en delinear una gestión de campaña y una estrategia política que le sea conveniente, y si sus objetivos no pueden ser participar en la contienda y al menos obtener diputaciones, pues lo más adecuado es distanciarse de ella, denunciar sus tropelías, apegarse a posiciones de principio, y llamar al voto nulo. Esta podría ser una estrategia exitosa que reposicione al Rescate de manera preferencial entre algunos electores teniendo en perspectiva la formación de un frente amplio de izquierda. Pero éste no tendría ningún chance si no es partir de construir con mucha dedicación y sacrificio un inmenso tejido organizativo en los territorios, es decir, pegándose como garrapata al pueblo, que es la única manera de impulsar las verdaderas y esenciales transformaciones sociales.


(*) Editor de la Revista Medios y Mensajes


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