POESÍA NORTEÑA
Amanecer contigo en el Hotel
de Montaña Selva Negra
Para María de los Ángeles Zeledón
Tu boca fina con sabor a uva y manzana
Llenan de fragancia la fresca mañana.
Tu bello cuerpo dorado color oro
Al fin he encontrado el divino tesoro
A los demás tu corazón lo esconde
Envidia siente Monte Cristo el Conde.
La piel y la sábana huelen a vida
La virginal cenicienta deja en su huída
Una zapatilla de cristal y la fantasía del amor
Nuestros cuerpos se llenan de éxtasis y calor.
El pezón arde y se excita en la boca caliente
Tu cuerpo desnudo algo maravilloso presiente
Lo más noble de tu ser se humedece
Mi mente no es mentira, no me obedece.
Todo esto es cierto, cierto, tan cierto
Como que existe el ardiente desierto.
Un camello suda y brilla la adornada joroba
Los amantes se deleitan con el olor a caoba.
Nuestras pasiones forman un nuevo sentido
Solo los fieles, mansos y justos lo han vivido
Es el sentido del poderoso y eterno amor
La cabaña se inunda de un mágico color.
Después de la intensa y diluvial tormenta erótica
Dios que es amor escribe AMOR en letra gótica.
Llega la mansedumbre calma
Oh ¡ Gemela mía es tu alma ¡
Existirá prohibido y oculto otro Cantar de los Cantares
Gozó así el Rey Salomón que tuvo ninfas por millares
Así se hacen los héroes de Nicaragua en Matagalpa
Dignos todos hijos del gran cacique Tagusgalpa.
Eres más brillante que Venus la estrella
Y en mi fugaz vida, la primera cosa bella.
Y donde está la cabaña cálida que nos cobijó
En Matagalpa en el hotel Selva Negra quedó
Donde tú me dijiste que sí
Amor mío si, esta noche sí…
Pablo Rafael Castillo Gómez
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