Mario Hernández Zelaya (Jinotegano)
Había una vez….
Yo soy sapo y estoy enamorado no de una rana sino de una roca tan dura y despreciable como tu corazón, le dijo el anfibio a una lagartija que de tanto ejercicio jadeaba pegada a la pared.
Ella escuchaba sus halagos sin inmutarse, y corrió la inmensa roca arrojada por aquel muchacho que la hizo estremecerse al impactar en el cuerpo de su enamorado , sin embargo el sentirse cobijada por las fuertes garras del gato, suspiró …..
Su nuevo pretendiera la miraba con ojos de deseo y era hermoso: un digno pretendiente de una modelo como ella…. Si….. Sirvió para un hermosa y romántica cena entre su enamorado gatuno con su gatuna.
Yo soy sapo y estoy enamorado no de una rana sino de una roca tan dura y despreciable como tu corazón, le dijo el anfibio a una lagartija que de tanto ejercicio jadeaba pegada a la pared.
Ella escuchaba sus halagos sin inmutarse, y corrió la inmensa roca arrojada por aquel muchacho que la hizo estremecerse al impactar en el cuerpo de su enamorado , sin embargo el sentirse cobijada por las fuertes garras del gato, suspiró …..
Su nuevo pretendiera la miraba con ojos de deseo y era hermoso: un digno pretendiente de una modelo como ella…. Si….. Sirvió para un hermosa y romántica cena entre su enamorado gatuno con su gatuna.
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