lunes, 16 de mayo de 2011

Cena de enamorados

Mario Hernández Zelaya (Jinotegano)

Había  una  vez….

Yo soy  sapo y  estoy enamorado no  de  una rana  sino de  una roca tan dura y despreciable como  tu  corazón, le dijo el anfibio a una lagartija que de tanto ejercicio jadeaba pegada a la pared.

Ella  escuchaba sus halagos sin inmutarse,  y  corrió  la inmensa roca arrojada por aquel  muchacho que la hizo  estremecerse   al  impactar en el cuerpo de  su  enamorado ,   sin  embargo  el sentirse  cobijada  por  las  fuertes   garras  del  gato, suspiró …..

Su  nuevo  pretendiera  la  miraba  con  ojos  de deseo  y  era  hermoso:  un digno  pretendiente  de  una  modelo como ella…. Si…..  Sirvió para un hermosa y romántica cena entre su enamorado gatuno con su gatuna.

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