miércoles, 9 de enero de 2013


Balance 2012: Plano Internacional

Enrique Sáenz
http://enriquesaenz.com/2013/01/09/336/

Siempre conviene, a nivel personal, hacer reflexión y balance sobre el año transcurrido, identificando saldos rojos y saldos positivos, avances y retrocesos, aciertos y errores, como base para establecer nuevas metas, afinar objetivos y precisar cursos de acción. De la misma manera, quienes sentimos una responsabilidad con el país estamos obligados a analizar la realidad nacional y su contexto, y hacer un balance de fin de año, con el propósito de establecer los rumbos a seguir, y así, enderezar, bordear, o acelerar, según el caso.

 Y si bien la política tiene mucho de subjetividad, esas subjetividades solamente encuentran sentido si se articulan con la realidad. Y la realidad, para transformarla, hay que enfrentarla tal cual es. La autocomplacencia y el autoengaño son los peores consejeros.

 Seguidamente compartiré elementos de análisis, para que cada quien extraiga sus propias conclusiones. Abordaré, de manera separada, artículo por artículo las siguientes dimensiones: internacional; economía; social; política.

 En el plano internacional

Podemos anotar los siguientes hechos:
  • El tema de “los waivers”. Después de múltiples especulaciones, la administración norteamericana otorgó al gobierno de Ortega una de cal y una de arena. Negó el “waiver de transparencia presupuestaria”, que acarrea la cancelación de toda ayuda oficial, de carácter bilateral (unos cuantos millones de dólares). Pero aprobó el “waiver de propiedad” que posibilita al régimen continuar recibiendo cooperación de los organismos multilaterales financieros (Fondo Monetario Internacional, FMI; el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, BID), que constituyen, después de la cooperación petrolera venezolana, las principales fuentes de financiación del régimen orteguista.
  • La continuidad de la crisis económica europea. Esta crisis distrae la atención política, sustrae recursos a la cooperación y debilita el papel internacional de la Unión Europea. En Centroamérica, tanto a nivel multilateral, como a nivel bilateral, los europeos han perdido protagonismo. En el caso de Nicaragua, han dejado de constituir el balance que otrora fueron en favor de la democracia y los derechos ciudadanos.
  • El comportamiento cómplice del Secretario General de la OEA. Bajo la conducción de José Miguel Insulza, el organismo interamericano ha terminado por convertirse en una entidad insulsa. De espaldas a la Carta Democrática, Insulza, en la práctica se convirtió en un cómplice de Ortega, al avalar los fraudes electorales del 2011 y 2012.
  • La reelección de Obama. Por un lado, es previsible que la administración norteamericana continúe la misma política contemplativa de los cuatro años anteriores, a partir de la docilidad de Ortega en los temas sensibles de los gringos: migraciones, libre comercio, narcotráfico y terrorismo. El aspecto positivo de esto es que, al menos, no meterán las manos, pues cada vez que los gringos han metido sus manos en Nicaragua ha sido para embarrarla. En el otro lado estará la hostilidad de ambas cámaras del congreso, controladas por hispanos poco amistosos con Ortega.
  • La sentencia de la Corte Internacional de Justicia sobre el litigio con Colombia. Un triunfo político, jurídico y territorial para Nicaragua, como resultado de la única política coherente y persistente que ha tenido el país en las últimas décadas, de Somoza a Ortega. La sentencia ha ampliado el territorio nicaragüense en alrededor del 40% y, con ello, ha abierto nuevas potencialidades y nuevos desafíos.
  • La ratificación del Acuerdo de Asociación Europa-Centroamérica. Sin perjuicio de la crisis europea, el ADA, como se le conoce, representa un instrumento que ofrece una gama de oportunidades comerciales, de inversión y tecnología para los países del área que tengan mayor capacidad y fortaleza para reaccionar y emprender.
  • El conflicto con Costa Rica. Las recurrentes crisis político-diplomáticas de carácter limítrofe perdieron peso ante el debilitamiento del gobierno tico, principalmente por el fiasco con la carretera del Río San Juan y los problemas internos que ha enfrentado ese gobierno.
  • El factor Chávez. Sin duda, es el factor central en las relaciones externas del país, pues ha sido la principal fuente de sustentación política y económica del régimen de Ortega. El triunfo de Chávez en las elecciones presidenciales de octubre regocijó al orteguismo pues ensanchaba el horizonte de francachela con los recursos petroleros. Sin embargo, el agravamiento del cáncer del presidente venezolano, y sus consecuencias, todavía impredecibles, ha abierto una grieta en el carril en que trotaba Ortega.
Conclusiones:
  1. La realidad hay que enfrentarla tal cual es. La autocomplacencia y el autoengaño son los peores consejeros, así que debemos reconocer que el entorno internacional, en términos generales, evolucionó de manera favorable al régimen de Ortega.
  2. Hoy, tal vez como nunca en la historia, el curso de los acontecimientos internos en Nicaragua depende de nosotros, los nicaragüenses. Nadie vendrá, desde fuera, a sacarnos las castañas del fuego. Y es muy bueno que seamos constructores de nuestra propia historia.
  3. La principal incógnita en estos momentos es el desenlace de la situación en Venezuela. Hasta ahora, Ortega ha estado nadando con el agua en los tobillos. Pero la presa se está rompiendo de manera tal que, más temprano o más tarde, empezará a llegarle el agua al cuello. Está por verse qué hará él. A nosotros corresponde decidir qué haremos nosotros.
(enrique.saenzn@yahoo.es)

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