Balance
2012: Plano Internacional
Enrique Sáenz
http://enriquesaenz.com/2013/01/09/336/
Siempre
conviene, a nivel personal, hacer reflexión y balance sobre el año
transcurrido, identificando saldos rojos y saldos positivos, avances y
retrocesos, aciertos y errores, como base para establecer nuevas metas, afinar
objetivos y precisar cursos de acción. De la misma manera, quienes sentimos una
responsabilidad con el país estamos obligados a analizar la realidad nacional y
su contexto, y hacer un balance de fin de año, con el propósito de establecer
los rumbos a seguir, y así, enderezar, bordear, o acelerar, según el caso.
Y si bien la política tiene mucho de
subjetividad, esas subjetividades solamente encuentran sentido si se articulan
con la realidad. Y la realidad, para transformarla, hay que enfrentarla tal
cual es. La autocomplacencia y el autoengaño son los peores consejeros.
Seguidamente compartiré elementos de
análisis, para que cada quien extraiga sus propias conclusiones. Abordaré, de
manera separada, artículo por artículo las siguientes dimensiones:
internacional; economía; social; política.
En el plano internacional
Podemos anotar los siguientes hechos:
- El
tema de “los waivers”. Después de múltiples
especulaciones, la administración norteamericana otorgó al gobierno de
Ortega una de cal y una de arena. Negó el “waiver de transparencia
presupuestaria”, que acarrea la cancelación de toda ayuda oficial, de
carácter bilateral (unos cuantos millones de dólares). Pero aprobó el
“waiver de propiedad” que posibilita al régimen continuar recibiendo
cooperación de los organismos multilaterales financieros (Fondo Monetario
Internacional, FMI; el Banco Mundial y el Banco Interamericano de
Desarrollo, BID), que constituyen, después de la cooperación petrolera
venezolana, las principales fuentes de financiación del régimen
orteguista.
- La
continuidad de la crisis económica europea. Esta
crisis distrae la atención política, sustrae recursos a la cooperación y debilita
el papel internacional de la Unión Europea. En Centroamérica, tanto a
nivel multilateral, como a nivel bilateral, los europeos han perdido
protagonismo. En el caso de Nicaragua, han dejado de constituir el balance
que otrora fueron en favor de la democracia y los derechos ciudadanos.
- El
comportamiento cómplice del Secretario General de la OEA. Bajo
la conducción de José Miguel Insulza, el organismo interamericano ha
terminado por convertirse en una entidad insulsa. De espaldas a la Carta
Democrática, Insulza, en la práctica se convirtió en un cómplice de
Ortega, al avalar los fraudes electorales del 2011 y 2012.
- La
reelección de Obama. Por un lado, es previsible que la
administración norteamericana continúe la misma política contemplativa de
los cuatro años anteriores, a partir de la docilidad de Ortega en los
temas sensibles de los gringos: migraciones, libre comercio, narcotráfico
y terrorismo. El aspecto positivo de esto es que, al menos, no meterán las
manos, pues cada vez que los gringos han metido sus manos en Nicaragua ha
sido para embarrarla. En el otro lado estará la hostilidad de ambas
cámaras del congreso, controladas por hispanos poco amistosos con Ortega.
- La
sentencia de la Corte Internacional de Justicia sobre el litigio con
Colombia. Un triunfo político, jurídico y territorial
para Nicaragua, como resultado de la única política coherente y
persistente que ha tenido el país en las últimas décadas, de Somoza a
Ortega. La sentencia ha ampliado el territorio nicaragüense en alrededor
del 40% y, con ello, ha abierto nuevas potencialidades y nuevos desafíos.
- La
ratificación del Acuerdo de Asociación Europa-Centroamérica. Sin
perjuicio de la crisis europea, el ADA, como se le conoce, representa un
instrumento que ofrece una gama de oportunidades comerciales, de inversión
y tecnología para los países del área que tengan mayor capacidad y
fortaleza para reaccionar y emprender.
- El
conflicto con Costa Rica. Las recurrentes crisis
político-diplomáticas de carácter limítrofe perdieron peso ante el debilitamiento
del gobierno tico, principalmente por el fiasco con la carretera del Río
San Juan y los problemas internos que ha enfrentado ese gobierno.
- El
factor Chávez. Sin duda, es el factor central en las
relaciones externas del país, pues ha sido la principal fuente de
sustentación política y económica del régimen de Ortega. El triunfo de
Chávez en las elecciones presidenciales de octubre regocijó al orteguismo
pues ensanchaba el horizonte de francachela con los recursos petroleros.
Sin embargo, el agravamiento del cáncer del presidente venezolano, y sus
consecuencias, todavía impredecibles, ha abierto una grieta en el carril
en que trotaba Ortega.
Conclusiones:
- La
realidad hay que enfrentarla tal cual es. La autocomplacencia y el
autoengaño son los peores consejeros, así que debemos reconocer que el
entorno internacional, en términos generales, evolucionó de manera
favorable al régimen de Ortega.
- Hoy,
tal vez como nunca en la historia, el curso de los acontecimientos
internos en Nicaragua depende de nosotros, los nicaragüenses. Nadie
vendrá, desde fuera, a sacarnos las castañas del fuego. Y es muy bueno que
seamos constructores de nuestra propia historia.
- La
principal incógnita en estos momentos es el desenlace de la situación en
Venezuela. Hasta ahora, Ortega ha estado nadando con el agua en los
tobillos. Pero la presa se está rompiendo de manera tal que, más temprano
o más tarde, empezará a llegarle el agua al cuello. Está por verse qué
hará él. A nosotros corresponde decidir qué haremos nosotros.
(enrique.saenzn@yahoo.es)
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