No se trata de hacer justicia. De nuevo se utilizan los poderes del Estado para jalar la soga que cuelga del cuello voluminoso de Arnoldo Alemán, y lo aprietan para que le falte la respiración, para que gima y jadee, que sienta cómo la debilidad se extiende por todo su cuerpo, que cada vez más le van faltando las fuerzas, y que se le doblan las rodillas , para que negocie, acepte la elección de los 25 funcionaros públicos y la reelección de Daniel Ortega, y el país deje de estar en vilo, para que entre a otra fase de deterioro institucional y de irrespeto a los derechos ciudadanos.
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